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Ansiedad. La pandemia silenciosa.

Un problema colectivo de nuestra sociedad.

La enfermedad del siglo XXI.

Nos da miedo, la escondemos. Nos da vergüenza. Nos lleva  a nuestro sentir de vulnerabilidad máxima. ¿Por qué? ¿POR QUÉ NO LA RECONOCEMOS COMO TAL?

Empecemos desde el inicio…

¿Qué es la ansiedad? 

A nivel físico (palpitaciones, temblores, sudoración…) y a nivel psicológico (inquietud, excitación, inseguridad…)

Incomodidad emocional, miedo, angustia, tensión, preocupación, presión en el pecho, agitación, falta de respiración, nerviosismo… 

Ansiedad. La pandemia silenciosa.

La ansiedad aparece en nuestro run-run mental. Nace desde lo que nos abruma, inquieta, angustia, asusta… nace desde lo que guardamos en silencio.

Ve hacia tu silencio, hacia tu interior.

¿Qué cultivas en tu interior?

El run-run mental, se activa por la adición al pensamiento, creencia y patrón instalados en nuestra infancia y a lo largo de nuestra vivencia, desde lo impuesto social, familiar, emocional… y desde nuestras historias de vida.

La adicción al pensamiento adicto, nos alimenta, nos envenena, nos direcciona hacia un camino lejos de nuestra esencia.

Y en esa incoherencia de ese encuentro de dos mundos, el cuerpo nos habla a través de la ansiedad, palpitaciones, agitación mental, inquietud… todo tiene un mensaje desde tu interior. 

Párate un segundo, siente, escúchate.

¿Qué te dices? ¿Cómo te lo dices? ¿Qué cultivas en tu interior? 

¿Cuál es el pensamiento al que te has vuelto adicto? 

El cerebro funciona desde la repetición, desde el pensamiento arraigado.

La patología, habla desde una emoción, un sentir no expresado, desde una información para tu toma de conciencia. 

Cultivamos lo que nos decimos, lo que sembramos en nuestro interior, lo impuesto social, familiar, educacional…

Dale voz, espacio, atención, aquello que te abruma, que te inquieta, que te asusta… Dale voz a aquello que tu cuerpo expresa, escucha los mensajes de tu cuerpo. Cuando más y más cultivas esos pensamientos ansiosos, más se arraigan a ti.

Tal vez te sientas en tu pura vulnerabilidad, ¿Por qué nos sentimos vulnerables en los procesos de ansiedad?

Vayamos a la raíz…

Vulnerabilidad ¿Qué es?

Etimológicamente, la vulnerabilidad indica una mayor probabilidad de ser herido.

Así que podríamos decir que la vulnerabilidad es el riesgo que una persona, sistema u objeto puede sufrir frente a peligros inminentes.

Nos han educado para ocultar nuestra vulnerabilidad, por miedo al rechazo que esta pueda provocar, o incluso porque los demás puedan utilizarla en nuestra contra. Así que hemos crecido construyendo nuestras propias máscaras, actuando como si no ocurriese nada y evitando sentir y mostrar nuestra herida.

Provocando esta situación a lo largo del tiempo que nos sintamos incómodos, nos sintamos mal y acabemos sufriendo de ANSIEDAD.

La ansiedad 

Solo se puede combatir de la mano, con apoyo, en comunidad, en acompañamiento. Solo se puede combatir, rompiendo los tabúes sociales e individuales.

La ansiedad es una alarma y cada vez suena más alto, a través de más voces, cada vez se siente y padece más, en silencio, a gritos silenciosos. 

Necesitamos dejar de hacer oídos sordos.

Fisiológicamente; la ansiedad es la activación de la rama simpática del sistema nervioso autónomo (SNA), esta activación provoca una serie de cambios fisiológicos que están destinados a preparar al cuerpo para un mayor rendimiento físico o intelectual.

Existen diferentes tipos de ansiedad, entre los que hay diferencias notables:

  1. Trastorno de ansiedad generalizada: Las personas que lo sufren sienten ansiedad y preocupación la mayoría del tiempo, no solo en situaciones potencialmente estresantes. Estas preocupaciones son intensas, irracionales, persistentes e interfieren con el funcionamiento normal en su vida diaria.
  2. Trastorno de pánico: es muy debilitante, las personas que lo sufren tienen sensaciones de muerte o la posibilidad de quedarse sin aire, que puede causar tanto problemas psicológicos como físicos. 
  3. Trastorno Obsesivo-Compulsivo: la persona que lo sufre tiene pensamientos, ideas o imágenes intrusivas. Éstos causan ansiedad y provocan que la persona realice ciertos rituales o acciones para reducir el malestar.
  4. Estrés Postraumático:  ocurre cuando la persona ha vivido una situación traumática que le ha provocado un gran estrés psicológico.  Cuando revive el hecho puede experimentar los siguientes síntomas: pesadillas, sentimientos de ira, irritabilidad o fatiga emocional, desapego hacia los demás, etc.
  5. Fobia social: miedo irracional hacia situaciones de interacción social, es un trastorno serio, y algunos individuos pueden incluso sufrirla al hablar por teléfono o comer frente a otras personas.
  6. Agorafobia: suele asociarse al miedo irracional por estar en espacios abiertos como grandes calles o parques, la persona que la sufre  siente una fuerte angustia producida por situaciones en las se siente desprotegido y vulnerable.
  7. Fobia específica: se caracteriza por un fuerte miedo irracional a un estímulo, por ejemplo, una situación, un objeto, un lugar o un insecto. La persona que la sufre hace todo lo posible por evitar el estímulo, provocándole ansiedad. 

Como ves, la ansiedad es la reacción del organismo por un sentir de amenaza. 

Pregúntate… escucha tu voz interna, ¿Dónde sientes la amenaza?

Es necesaria, nos ofrece la oportunidad de VER y SENTIR algo que hemos ocultado, tapado, “pospuesto”.

El problema viene cuando evitamos, la incomodidad del sentir. 

Atiéndete, mírate, siéntete, y la ansiedad, te dará un mensaje para tu toma de conciencia, de crecimiento humano. 

Todo lo que evitamos, ocupa lugar en tu interior, en tu mochila, en tu subconsciente, y un día el vaso se sobrepasa… 

Acumulas las ganas de llorar, la charla pendiente, lo que no expresaste aquel día, aquella persona… el “estoy genial” ocultando tu sentir verdadero, aquel dolor no expresado…

Siente tus necesidades, tus sentimientos, siente como has ido acumulando tu mochila, tu subconsciente con creencias, patrones, y pensamientos ansiosos y repetitivos, cuanto más y más cultivas esos pensamientos ansiosos, más se arraigan a ti… 

Te dejo algunos tips de cómo tratar la ansiedad.

  • Practica la meditación, respiración, ejercicios de relajación, etc. La conexión con tu interior, es tu mejor aliada. 
  • Usa la aromaterapia en tu día a día.
  • Apóyate en los beneficios de la naturaleza, en la fitoterapia, los beneficios para el cuerpo y la mente, son increíbles. 
  • Cultiva tu bienestar interior, tu salud mental y emocional, apóyate en profesionales, dale voz  a tu interior.
  • Lleva una alimentación consciente y saludable, la armonía de tu cuerpo, te aportan bienestar integral. 
  • Realiza el deporte que más te guste, ayuda a generar endorfinas, dopamina, serotonina y oxitocina a tu cuerpo, lo que le va a ayudar a producir esa sensación de bienestar.
  • Haz arteterapia, cultiva tu arte, tu parte artística, y déjate fluir en tus emociones, en tu expresión. 
  •  Escribe, lee, cocina, haz jardinería… busca tu pasión y dedícale un ratito todos los días.

Ten paciencia en tu proceso de deshacerte de la adición del pensamiento, ansioso, con amor, con paciencia, con empatía, con fuerza, con constancia, con dedicación, transformarás tus pensamientos ansiosos en emociones elevadas y pensamientos poderosos. 

La ansiedad, la pandemia que guarda silencio y deja huella.

¿Cómo te sientes?

Hablémonos, acompañémonos y escuchémonos. 💚

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