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El círculo dorado

Ya no compramos productos/servicios, sino que compramos el porqué y para qué se hacen.

Compramos la experiencia, la emoción y el propósito de la marca.

Hay 3 preguntas esenciales que todo #emprendedor y #empresario se debería de hacer en algún momento.

  • ¿Qué?
  • ¿Cómo?
  • ¿Porqué?

Hoy te cuento algo que utilizo en nuestras consultorías con marcas y empresas para la comunicación y experiencialidad de la marca – cliente.

Creado por Simon Sinek, hace ahora más de 10 años, “El círculo dorado” ,nos viene a explicar las tres preguntas básicas que todo emprendedor y empresario se debería realizar en algún momento, para conseguir marcar unos objetivos claros, en concordancia con sus valores y en conexión con su marca y cliente.

  • ¿Qué? | ¿A qué se dedica o qué hace la empresa? – Es el más fácil de responder e identificar. Todas las empresas saben lo que hacen y pueden explicar los productos que venden o servicios que ofrecen. Se debe utilizar un enfoque pragmático que nada tiene que ver con la emoción. Se trata de destacar un producto en sí mismo, que será el objeto que adquirirán los consumidores en función de la demanda. Se presta atención a la funcionalidad del producto y se resaltan las cualidades técnicas que tiene.
  • ¿Cómo? | ¿Cómo realizan su labor o qué procesos siguen?– La compañía explica cómo sus servicios o productos son mejores, el elemento diferencial o la propuesta innovadora. Lo prioritario es el proceso mediante el cual una empresa alcanzará sus objetivos. Hace referencia tanto a la estrategia como al plan de acción que se llevará a cabo. 
  • ¿Porqué? | ¿Cuál es la misión de por qué hacen su labor? – Se trata del propósito, el valor, motivo o existencia. Encontrar la respuesta al porqué puede llegar a lograr un vínculo “especial” con el consumidor. Es sin duda, el punto diferencial de la empresa y el auténtico propósito del negocio. En él se incluye la motivación de la empresa, es decir, el motivo por el cual pone sus productos o servicios en el mercado. De hecho, es lo que diferencia a una organización cualquiera de una inspiradora. Es el punto inicial y la prioridad del Círculo Dorado.

El objetivo del círculo dorado es aplicarlo a una estrategia corporativa, para desarrollar/crear el valor del producto/servicio nuevo, enfocándolo a cómo son los consumidores fieles y a maximizar los resultados.

La prioridad debe ser transmitir la esencia del negocio, por ello debe de utilizarse a la inversa, es decir, de dentro hacia afuera. Para comprender el porqué, y desarrollar y diseñar campañas que tengan un motivo.


Este motivador inglés sugiere que ya no compramos productos/servicios, sino que compramos el porqué y para qué se hacen. Si bien la calidad y precio son importantes, eso no determina si al final se efectúa la compra. 

Hoy en día buscamos experiencias que van más allá de un producto/servicio.

Basándonos en el marketing emocional, el éxito de una empresa está relacionado con su capacidad de crear una marca que deja marca, y que  inspira a un público que valora la esencia de la misma. 

¿Conocías este método? ¿Lo aplicas a tus estrategias corporativas? 

En nuestras consultorías empresariales, lo usamos mucho, para la comunicación y experiencialidad de la marca – cliente.

Me encantará leerte en comentarios.

Un abrazo, Pau.

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