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Libera tu potencial. Detecta cómo te hablas.

¿Cómo nos hablamos?, ¿Desde dónde nacen nuestros pensamientos?, ¿Qué nos marca nuestro camino de vida, nuestros sueños y potencialidad o nuestros miedos y creencias limitantes?

Estos días he realizado una sesión de desarrollo personal, muy potente, transformadora, la toma de conciencia desde dónde se hablaba la persona, desde dónde eran esos pensamientos que estaban marcando su camino, lo que nos ha permitido tomar las riendas de su vida, de su liderazgo.

Vivirse desde pensamientos, creencias, que nos vienen instaladas por la memoria celular de alguna vivencia en nuestro desarrollo humano o instaladas por heridas en nuestro historia de vida, nos marca una represión, el corte de nuestra libre expresión de nuestro ser, el corte de nuestra libre vivencia del sentir de cada momento, de cada relación, de cada proyecto. 

El corte de nuestro éxito. 

Detectar desde dónde nos hablamos, desde dónde nacen nuestros pensamientos, es decir, detectar nuestras creencias, nos permitirá liberarnos en nuestro pleno potencial y vivir desde nuestro propósito y éxito de vida. 

¿Qué limita la apertura de tu ser libre?, ¿Qué limita vivirte desde tu “yo” auténtico?

La apertura al yo, la apertura al ser, la apertura a la expresión, libres, en nuestra pura esencia está reprimida por los miedos que nos limitan en vivirnos libres, en vivirnos desde el fluir, desde el sentir, desde la plenitud de vida.

El conocimiento del ser humano, de nuestra mente, es esencial para comprender todo esto.

¿Y cómo funciona nuestra mente?

Instalada en una programación mental, que se habría forjado tras inculcarse ideas sin darnos cuenta, afirmando aquella creencia como fiel, real, y desde esa convicción profunda generamos la realidad.

¿Y qué es la reprogramación mental?

La reprogramación mental es la capacidad que tiene el cerebro para reemplazar creencias limitantes por otras que favorezcan alcanzar la felicidad o el éxito en determinada área de la vida.

Reprogramar la mente comienza por cambiar pensamientos y creencias no favorecedoras porque son éstas las que terminan moldeando nuestra conducta y comportamiento. 

Es atacar el problema de raíz.

Desde aquí, con esta conciencia, reflexionemos: si desde esa creencia profunda, desde esa convicción estamos afirmando que no somos merecedores, capaces… que estamos afirmando convencidos que algo saldrá mal, que la relación, el proyecto, no saldrá bien, que nos llevaremos la hostia, ¿Qué crees que va a suceder con esos pensamientos afirmativos y tan convincentes?, ¿Qué tipo de realidad vas a vivir?

¿Y si cambiamos nuestra convicción de esa creencia que nos limita y nos sabotea en nuestra felicidad? en un… “si soy capaz”, “si soy merecedor”, “si saldrá bien”… ¿Qué pasaría? ¿Qué tipo de realidad vivirías?

Repito, es la repetición de afirmaciones lo que lleva a la creencia. Y una vez que la creencia se convierte en una convicción profunda, las cosas comienzan a suceder. (Muhammad Ali)

Instaladas en nuestras mentes la renuncia de nuestra felicidad, de nuestra libertad, de nuestra libre expresión de nuestro ser, por creencias familiares, sociales, culturales.

El reto de la vida, es deshacernos de ese traje que nos “arropó” durante un tiempo, reprimiendo nuestro potencial humano y reprimiendo vivirnos desde nuestro propósito de vida.

No es fácil. No es un camino rápido. 

La transformación y liberación de las cargas, de los trajes que nos tapan en nuestro yo, en nuestra luz y brillo, requiere de atravesar un camino de incomodidad, vernos en el hábito de la repetición de cada acto que afirma aquella memoria celular del clan familiar , requiere de una presencia pura y observación plena de ti mismo en cada momento, requiere que te cuestiones, qué te mires con toda la verdad. 

Entonces, ¿realmente podemos reprogramar nuestro cerebro para eliminar creencias limitantes e instaurar nuevas creencias poderosas que nos acerquen a la realidad que queremos vivir?

La neurociencia ha puesto en evidencia la capacidad que tiene nuestro cerebro de aprender cosas nuevas y adaptarse al cambio.

La reprogramación mental es que durante nuestros primeros años de vida vamos llenando nuestro casete con programas sobre lo que observamos y aprendemos de nuestra familia, escuela o amigos.

Estos programas quedan grabados en nuestra mente subconsciente y terminan impactando el 95% de las cosas que hacemos cuando nos volvemos adultos.

Lamentablemente, muchos de estos programas nos sabotean y limitan lo que somos capaces de lograr. 

Este sistema lo gobierna la mente inconsciente a través de una programación.

El primer nivel de programación es conocer desde dónde vienen nuestros pensamientos, y estos son producidos por nuestras creencias, aquí puedes leer más sobre este tema:

Pero hay un nivel más profundo. El nivel del condicionamiento de nuestros pensamientos y sentimientos. 

Ivan Paulov obtuvo el Premio Nobel por sus estudios de fisiología. En su estudio más famoso consiguió que unos perros salivarán tras el sonido de una campana. Esto se consigue al asociar el sonido de la campana al alimento de los perros y posteriormente, eliminar la aparición de los alimentos. De igual manera, poseemos múltiples condicionamientos cuando pensamos y al experimentar sentimientos.

Por ejemplo, si un suceso nos lleva a un sentir donde asociamos miedo, peligro, por algún recuerdo anclado en nuestra memoria celular, ese sentir aunque sea de gozo, de amor, de plenitud, nos conecta con ese sentimiento anclado, asociado, por ejemplo tras una relación donde se conectó, vivió, la plenitud, el amor, y se vivió, el miedo, el desánimo, nuestra mente programada en ese sentimiento, automáticamente, nos lleva al hábito de acciones que confirmen, desde esa convicción poderosa, la creencia, el mensaje instalado fielmente de miedo, peligro, fracaso, desconfianza… de vivirse en esa situación. 

“Si abro la puerta, me dejo llevar, sentir, fluir, si confío… me lleva al miedo, al desánimo, al sufrimiento, a la caída”. Asociamos la creencia de aquel sentimiento, limitándonos en nuestras relaciones, cortándonos la libertad de vivir, sentir y fluir. 

En los proyectos, en el emprendimiento, nos pasa igual, fieles a las creencias desde nuestros pensamientos instalados en la infancia y fieles a los sentimientos anclados, en los sucesos vividos, por ejemplo, sentir el éxito, esa sensación de gozo y satisfacción, nos asoma al recuerdo de habernos sentido alguna vez en ese sentir y tras ello en una caída, fracaso, insatisfacción, y automáticamente nos recordamos que salir de la cueva, exponerse, dar ese paso, nos puede llevar aquel sentir “desagradable”, no gustoso. 

Claro, si todo lo asociamos al sentir del miedo, del desánimo, de la angustia, de la insatisfacción, ¿Cómo nuestra mente y nuestro cuerpo se va a mover hacia el éxito, hacia la vida y gozo? los pensamientos y sentimientos de esas creencias nos lleva a evitar ese camino al asociarlo a una vivencia desagradable.

Vivimos constantemente en un estado de peligro, de alerta, vivimos de puntillas por la vida.

¿Y si asociamos nuestras creencias a los sentimientos de plenitud, gozo, satisfacción y amor? ¿Y si le diésemos fuerza a todo ello? da miedo, da susto, da vértigo, sí, pero da el vivir en pura libertad, en pura presencia, dando el sí a la vida, el sí a cada momento, a cada emoción de gozo y plenitud, ¿y eso no nos llevaría una vida más plena y satisfactoria?

Seremos personas más libres. Personas más felices. Personas mas poderosas. 

Recuerdo este artículo que puede ayudarte a comprender más aún todo lo que quiero trasladar.

Tenemos un programa de pensamientos y sentimientos. Lo relevante es que este programa determina lo que podemos conseguir en la vida.

Aquí surge el símil de termostato. Igual que un termostato genera que una habitación se encuentre siempre al mismo nivel de temperatura, nuestra programación nos lleva a obtener siempre los mismos resultados en determinadas áreas de nuestra vida.

Todo obedece a un conjunto de información que se va programando en la mente subconsciente y que nosotros alimentamos día a día.

¿Y para el cambio / transformación que necesitamos?

Comprender el tema de la energía mental para triunfar es similar a compararlo a la luz concentrada de una lupa que está expuesta al sol sobre unas hojas secas, si estamos moviendo la lupa de un lugar a otro, no logramos concentrar el calor, pero al mantenerla enfocada en un solo punto se consigue obtener fuego, con el poder de la mente sucede algo muy similar, un cambio en el estado interno se logra en la medida en que una persona no mueva la atención de la meta que se ha propuesto.

Es el pensamiento el origen de toda realidad física.

Una vez que existe suficiente energía entonces el proceso de manifestación ocurre, es maravilloso saber que la creación depende de nosotros, eso nos da la libertad de construir el mundo que nos satisface.

Sí, existe una programación para conseguir el éxito. Y sí, podemos programar nuestra mente para alcanzar el éxito, la vida deseada, nuestro proyecto, nuestras relaciones ideales.

Sean cuales fueren las creencias que tengas sobre ti mismo y sobre el mundo, recuerda que solo son pensamientos, ideas, y que las ideas se pueden cambiar.

Si tienes una creencia que te limita, esa creencia llegará a ser tu verdad.

Recuerda que estamos hablando de pensamientos, y que los pensamientos se pueden cambiar.

Pau.

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