Back to Entradas

¿Qué te estás creyendo? ¿Qué te estás creando?

Y es que nos conformamos con migajas…

Nos creemos merecedores de la mediocridad. 

Pensamos, sentimos y vivimos desde el “No eres merecedora de…”. 

Pues si lo eres, leñe. ¿Cómo no vas a ser mecedora de soñar, del amor, de vivir de tu propósito?…¿Cómo nos estamos / están educando? ¿Cómo nos estamos hablando y relacionando con nosotros mismos y los demás?

Nos creemos merecedores de vivir amores mediocres, trabajos infelices, vidas insignificantes… Nos creemos merecedores de vivir a medias, pasando por la vida de puntillas, con miedo a vivirnos en nuestro potencial humano. 

Te mereces vivir desde tu plenitud. 

Romper con las creencias que te limitan, para ser feliz, para vivir.

Te mereces vivir desde tu poder personal, desde tu potencial humano y propósito vital.

Romper con las cárceles mentales.

Vivimos prisioneros de nuestra cárcel mental, compuesta por creencias limitantes, miedos, heridas en bloqueos emocionales… Pero.. 

¿Esa es la realidad? Toma perspectiva, distancia, mira lo que estás creyendo y creando. 

¿Qué te estás creyendo? 

¿Qué te estás creando?

De verdad, ¿Crees merecer la mediocridad que te estás dando en tu trabajo, en tus relaciones, en tu vida?

Y nos perdemos en relaciones, situaciones, vivencias… que nos desconectan de nuestra estima, de nuestro valor, de nuestro amor propio.

Observa tus creencias. 

Las tres áreas más comunes de creencias limitadoras se centran en torno a las cuestiones relacionadas con la imposibilidad, la impotencia y la ausencia de mérito:

  1. La imposibilidad es la creencia en la cual, el objetivo deseado se percibe inalcanzable. Se caracteriza por un sentimiento de que haga lo que haga nada cambiará y lo percibo con desesperanza. Lo que deseo es imposible de conseguir.
  2. La incapacidad es la creencia de que el objetivo deseado es alcanzable, pero nosotros no somos capaces de lograrlo. El sentimiento por el cual se caracteriza es de impotencia: tal vez otros puedan, pero yo no.
  3. La ausencia de mérito o inmerecimiento es la creencia en la cual no merecemos el objetivo deseado debido a algo que somos (o no) o hemos hecho (o no). Se caracteriza por el sentimiento de que “soy un fraude”, “hay algo fundamentalmente malo en mí como persona”, “merezco el dolor y el sufrimiento que estoy experimentando por no merecer lo que deseo”.

Detecta el tipo de tus creencias limitantes.

  1. Creencias de “Posibilidad”: Son las opiniones que de algún modo nos hacen creer que algo no es alcanzable ni por nosotros mismos ni por nadie. Es ese tipo de creencia limitante que nos inmoviliza en mayor o menor medida apelando a que “eso no se puede hacer”. Algunos ejemplos:
    • No se puede ser trabajador por cuenta propia y vivir tranquilo.
    • Emprender en los tiempos que corren es un imposible.
    • Los que venimos de familias humildes estamos destinados a vivir siempre de forma humilde.
  2. Creencias de “Capacidad”: Este tipo de opiniones nos hacen creer que tal vez  algo sea posible, aunque no es posible para nosotros. Es decir: tal vez otros puedan conseguirlo, pero nosotros no podemos. Algunos ejemplos:
    • No sé cómo hace la gente para ahorrar con mi salario, para mi es imposible.
    • Soy un desastre para la organización, nunca podré llevar a cabo este proyecto.
  3. Creencias de “Merecimiento”: En ocasiones incluso nos boicoteamos de modo que creemos que no nos merecemos conseguir algo. Un ejemplo de este tipo  de creencias y relativamente habitual es el caso de no merecimiento por la ausencia de sacrificio;  hay personas que creen que para merecer algo tienen que sufrir para conseguirlo, tiene que sacrificarse; así, si tienen al alcance de la mano conseguir algo sin realmente esforzarse, tenderán a creer que no se lo merecen y por lo tanto no harán lo que tienen que hacer para conseguirlo. Algunos ejemplos.
    • No merezco conseguir una subida de sueldo, no me he sacrificado nada para conseguirla.
    • No merezco aprobar las oposiciones, no me ha costado estudiar.
    • No merezco estudiar esa carrera, me debo a mi familia.

Si quieres leer más sobre el poder de tu mente y las creencias limitantes te invito a que leas estos artículos:

 


¿Qué entendemos con merecimiento?

  • “El ser humano puede sentir y entender su enfermedad como una prueba, más precisamente como una prueba moral, bien en el sentido del merecimiento, bien en el de la distinción”
  • Derecho a recibir reconocimiento por algo que uno ha hecho.
    “El equipo visitante se llevó los tres puntos con todo merecimiento”

 

El dar y el recibir tienen la misma importancia. 

El camino comienza con tener conciencia de que merecemos recibir.

Nos merecemos todo, sin límites porque venimos a este mundo a disfrutar de todos nuestros recursos para desarrollarnos plenamente en auténtica vibración con el Universo. 

No disfrutamos de todo lo que tenemos porque no nos sentimos abundantes y merecedores de ellos y vivimos con falta de coherencia emocional.

Te propongo realizar el siguiente ejercicio sobre el merecimiento, el cual te ayudará a entender su poder.

Toma papel y bolígrafo y responde lo mejor posible a las siguientes preguntas.

  • ¿Qué es lo que quieres y no tienes? Responde de forma clara y específica.
  • ¿Qué leyes o reglas había en tu casa en cuanto al merecimiento?¿Qué te decían? ¿«No te lo mereces»? ¿O: «Te mereces un buen manotazo»? Tus padres, ¿se sentían merecedores? ¿Siempre tenías que ganarte algo para merecerlo? ¿Conseguías ganártelo? ¿Te privaban de cosas cuando hacías algo mal?
  • ¿Te sientes merecedor?¿Cuál es la imagen que se te ocurre? ¿«Más adelante, cuando me lo gane»? ¿«Primero tengo que esforzarme»? ¿Sientes que sirves para algo?¿Llegarás alguna vez a servir para algo?
  • ¿Mereces vivir?¿Por qué? ¿Por qué no? ¿Te dijeron alguna vez que te merecías la muerte? En caso afirmativo, ¿formaba parte esta afirmación de tu educación religiosa?
  • ¿Para qué tienes que vivir?¿Cuál es el propósito de tu vida? ¿Qué significado te has creado?
  • ¿Qué es lo que te mereces?«Me merezco el amor y el júbilo y todo lo que es bueno.» ¿O en lo pro-fundo de ti mismo sientes que no te mereces nada? ¿Por qué? ¿De dónde proviene el mensaje? ¿Estás dispuesto a desoírlo? ¿Por qué otra cosa vas a reemplazarlo?

El merecimiento es una sensación que viene muy profundo dentro de ti, en el que sabes y tienes la certeza de lo que vales.

Estar alineado contigo mismo, sabiendo quien eres y cuanto vales, hace que tengas una autoestima sana y que estés abierto a recibir la abundancia y la prosperidad que el universo tiene para ti.

Desarrolla tu merecimiento y toma el protagonismo de tu vida, ya no desde la víctima sino desde el adulto responsable que sabe lo que quiere y trabaja para conseguirlo.

Lo que creo

¿Qué proyectas? ¿Qué afirmaciones / pensamientos siembras y proyectas?

Tras cada creencia limitante, hay un tesoro escondido. El camino se trata de una aventura en búsqueda del tesoro, de descubrir en cada creencia limitante la creencia empoderadora para liberarte de tu cárcel mental.  

Recibimos lo que hemos dado. 

Creo que todos somos responsables de todas las experiencias de nuestra vida, de las mejores y de las peores. Todos los pensamientos que tenemos van creando nuestro futuro.

Cada uno de nosotros se crea su propia experiencia con las cosas que piensa y las palabras que dice.

Las creencias son ideas y pensamientos que aceptamos como verdades. Lo que pensamos de nosotros mismos y del mundo se hace verdad para nosotros.

 

Cuando estamos dispuestos a cambiar la estructura primaria de nuestras creencias, entonces podemos experimentar un verdadero cambio en nuestra vida.

Te propongo realizar el siguiente ejercicio sobre el “Tratamiento de Merecimiento de Louise Hay”

Utiliza el poder de tu mente para transformar tu realidad.

Realízalo por lo menos durante 21 días seguidos, como mínimo una vez a la mañana al despertarte y una vez a la noche antes de acostarte. Puedes simplemente leer en silencio las afirmaciones, pero se tornan más poderosas si las escribes en un cuaderno y aún más si las repites en voz alta mirándote frente a un espejo.

  • “Yo me merezco todo lo bueno, no algo, un poquito, sino todo lo bueno.
  • Ahora disuelvo cualquier pensamiento negativo que me limita.
  • Me libero de las limitaciones impuestas por mis padres. Los amo, y puedo ir más allá de ellos. No respondo a sus opiniones negativas ni a sus creencias restrictivas.
  • No estoy atado por ninguno de los miedos ni de los prejuicios de la sociedad en que vivo.
  • Ya no me identifico con ningún tipo de limitación.
  • En mi mente gozo de una libertad total.
  • Penetro ahora en un nuevo espacio de conciencia, donde estoy dispuesto a verme a mí mismo de una manera diferente.
  • Estoy dispuesto a crear ideas nuevas respecto de mí mismo y de mi vida.
  • Mi nueva manera de pensar se expresa en experiencias nuevas.
  • Ahora sé y afirmo que soy una y la misma cosa con el Próspero Poder del Universo. Por eso, ahora prospero de múltiples maneras. La totalidad de las posibilidades se abre ante mí.
  • Me merezco la vida, una vida buena.
  • Me merezco el amor: abundancia de amor.
  • Me merezco tener buena salud.
  • Me merezco vivir cómodamente y prosperar.
  • Me merezco la libertad de ser todo aquello que soy capaz de ser.
  • Me merezco más que eso: me merezco todo lo bueno.
  • El Universo está más que dispuesto a manifestar mis nuevas creencias, y yo acepto esta abundancia de vida con júbilo, placer y gratitud. Porque me la merezco, la acepto y sé que es verdad.

Sean cuales fueren las creencias que tengas sobre ti mismo y sobre el mundo, recuerda que solo son pensamientos, ideas, y que las ideas se pueden cambiar.

El Poder Universal jamás nos juzga ni nos critica. Se limita a aceptarnos por nuestro propio valor.

Si tienes una creencia que te limita, esa creencia llegará a ser tu verdad.

Recuerda que estamos hablando de pensamientos, y que los pensamientos se pueden cambiar.

Pau.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to Entradas